LAS CLAVES DE LA DISRUPCION DE XIAOMI
Xiaomi Inc, llegó a competir en un mercado ya saturado, sin embargo marcó la diferencia al lanzar su primer teléfono inteligente con características de precio barato y de alta calidad en Internet en el año 2011. En ese momento, las grandes compañías de celulares como Motorola y Nokia ofrecían sus productos únicamente en tiendas especializadas. Esta modalidad fue rápidamente copiada por otros competidores y se creó así una nueva forma de mercado para estos productos. https://blogs.ubc.ca/zhenkaiyue/2015/11/03/disruptive-innovation-of-xiaomi/
De hecho, los teléfonos de esta compañía no son tecnológicamente disruptivos en términos de hardware, pero son revolucionarios en términos de experiencias de usuario. (Fisher & Denis, 2016)
A pesar de que podría pensarse que había perdido su ventaja disruptiva, supo identificar a nuevos consumidores de un segmento no atractivo para los fabricantes tradicionales, la naciente clase media de economías emergentes. Un mercado que tiene un alto potencial, porque en él se encuentra un segmento de la población que ha mejorado sus ingresos y que no es capaz de pagar por productos de “alta gama”, pero que está dispuesta a pagar por los que más se aproximen a ellos.
Para conquistar a este segmento, idearon un modelo de negocio que le permite a la compañía ofrecer teléfonos inteligentes de especificaciones elevadas que cuestan un 60% menos que celulares de similares especificaciones en marcas como Apple o Samsung. Vásquez (2014), describe como para lograrlo, la compañía tiene un modelo de negocio muy diferente al de las compañías tradicionales. Para vender los teléfonos celulares de alta calidad a un precio muy bajo, Xiaomi mantiene cada modelo en el mercado mucho más tiempo de lo que lo hace Apple. En promedio, una nueva versión de un teléfono se pone en marcha cada 265 días en la industria - por debajo del 345 días en 2009. Pero Xiaomi no renueva su producto por dos años. Entonces, en lugar de cobrar precios más altos para cubrir el alto costo del estado de arte de sus componentes, Xiaomi valora el teléfono con un precio sólo un poco más alto que el costo total de todos sus componentes. Como los costos de los componentes caen durante un período de dos años en más de un 90%, Xiaomi mantiene su precio original, y se embolsa la diferencia. Apple, por su parte, recoge sus ganancias más altas con la introducción de cada modelo y tiene que subirlo modelo tras nuevo modelo para poder mantener arriba esos márgenes.
En una reacción clásica de la innovación disruptiva, los mayores fabricantes de teléfonos inteligentes no fueron en un principio motivados por el cambio planteado por Xiaomi, ya que no podían ser rentables en el margen de precios que estos consumidores están dispuestos a pagar. Ahora que Xiaomi Inc, se está convirtiendo en un competidor importante, los operadores históricos siguen casi sin reaccionar, lanzando versiones simplificadas de sus productos insignia ya maduros, como lo hizo Apple con el iPhone 5c. Pero éstas versiones son percibidas como obsoletas, ya que los modelos más nuevos, como el iPhone 6, fueron presentados en medio de gran fanfarria en mercados más ricos, y por lo tanto, dichas versiones simplificadas con frecuencia terminan siendo descontinuadas.